7 de marzo de 2018
En el video “Lo incorrecto”
Una nueva mirada hacia la discapacidad me he visto reflejada en alguna ocasión por ambas
partes. Es cierto que alguna vez todos hemos intentado ayudar a alguien con
diversidad funcional de manera que la ayuda era tan exagerada que se hacia innecesaria.
Desde muy pequeña he convivido con un vecino que era
sordo, aunque a día de hoy oye perfectamente con sus implantes, por aquel
entonces no. Es verdad que la gente le hablaba mas alto y VO-CA-LI-ZAN-DO como
si fuese un niño con incapacidad para entender lo que les estaban diciendo, él
solo era sordo y lo que hacía era leer los labios.
Hace aproximadamente un año me operaron de un problema
que tengo en los dedos de los pies y me pusieron unas zapatillas ortopédicas durante
varias semanas junto con unas muletas. Estas zapatillas las tenía que llevar
puestas a la universidad, metro, cine, parque… todo sitio que tuviese que ir. Me
resultaba bastante incomodo que la gente me mirase solo a los pies como si el
resto de mi cuerpo no existiera y después de un rato ya me miraban completamente.
Esa experiencia, me ha servido mucho para ver ahora a las personas con
diversidad funcional desde otra perspectiva. Si a mi me molestaba que me
mirasen y solo llevaba una semana con esos zapatos especiales, ¿cómo se tendrá que
sentir un hombre o una mujer si tienen diversidad funcional para toda la vida?
Comentarios
Publicar un comentario